TERCER MITO: EL ALCOHOLISMO DE UN HOMBRE
Este mito tiene tres aristas desde las cuales puede ser analizado.
1ro.) Se trata de una mentira CA – NA – LLES – CA.
2do.) Forma parte de un plan de propaganda negativa.
En la década de los años 60, el escritor ruso Alexander Solyenitsin publicó su obra “Archipiélago Gulag”.
En ella dio a conocer que hacía el Imperio soviético con los opositores o disidentes: los internaba en campos de concentración
o – en igual medida -, los recluía en establecimientos neuropsiquiátricos.
En este último caso, ¿ ´por qué ?
Porque se consideraba que sólo una persona que no estuviera en posesión de sus facultades mentales podía dejar de ser
feliz en el régimen soviético.
El IMPERIO WASP (blanco, anglosajón y protestante), integrado por EEUU, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva
Zelandia – 500 millones de personas que controlan a 8.000 millones que estamos con la ñata contra el vidrio -, es
mucho más sutil.
Aprovechando el control total que tienen sobre los medios masivos de comunicación, la propaganda respecto de
aquéllos que se oponen a sus designios o complican el logro de sus intereses, pasa al plano personal.
Son locos, alcohólicos, drogadictos, etc.
Es decir, ATACAN AL HOMBRE PARA ATACAR LA CAUSA.
Este – el del Gral. Galtieri -, es uno de esos casos.
3ro.) Aceptando – figuradamente – el alcoholismo de un hombre, pues bien:
– ¿ Qué hacemos con el alcoholismo del Alte. Anaya, del Brigadier Lami Dozo y de todos los oficiales superiores de las
Fuerzas Armadas ?
– ¿ Qué hacemos con el alcoholismo del canciller Costa Méndez y de todo el cuerpo diplomático argentino ?
– ¿ Qué hacemos con el alcoholismo de los miembros de la Multipartidaria:
– Oscar Allende por el Partido Socialista.
– Arturo Frondizi por el Movimiento de Integración y Desarrollo.
– Carlos Contín por la Unión Cívica Radical.
– Jorge Abelardo Ramos por el Frente de Izquierda Popular ( quien hasta sus últimos tiempos de vida siguió
sosteniendo que los Comandantes debían ser condecorados).
– Deolindo Felipe Bittel por el Partido Justicialista( que en esa época todavía velaba por los intereses nacionales).
– Y ¿ qué hacemos con el alcoholismo de Saúl Ubaldini y de Lorenzo Miguel (CGT).
A todos ellos se les explicó lo que estaba pasando con Gran Bretaña y – con patriotismo- brindaron pleno apoyo.
Lo que sí habremos de reconocer es la embriaguez del pueblo argentino.
El pueblo argentino que se volcó a las plazas, parques y calles de todo el país el 2 de abril…estaba completamente borracho.
Eso sí, borracho de gloria.